¿Cómo creas tus contenidos en redes sociales?, ¿conoces a tu comunidad y sabrías decirnos aquello que, de verdad, le interesa?

Estas dos preguntas son cruciales cuando trazamos nuestra estrategia Social Media. A menudo, nos lanzamos a la piscina sin ver cómo va de agua para lanzarnos de cabeza sin estrellarnos. Y, sucede que, en efecto, nos damos el gran golpe, porque no nos hemos detenido a pensar qué contenido necesitamos crear.

Aquí una delgada línea que separa aquello que nosotros queremos comunicar y nos gusta dar a conocer y, del otro lado, lo que necesita de verdad la comunidad que nos sigue.

En ocasiones sucede que las necesidades de nuestros seguidores, que son nuestros clientes, no coinciden del todo con la comunicación que tenemos en la cabeza y nos gustaría postear.

Por tanto, ¿cómo unir ambas partes? Ahí están las herramientas de escucha social o Social Media Listening, que trabajan en aportarnos información de valor, la piedra de toque de cualquier estrategia de calidad en redes sociales.

Cuando vamos a trazar una propuesta estratégica no debemos dibujarla sobre inspiraciones que nos atraen y que sobre papel son bonitas y aparentes. Analicemos, en primer lugar, quiénes somos, dónde estamos y qué se dice de nosotros no solo en nuestros canales sino en todo el entorno digital.

Las herramientas de escucha social nos permiten conocer las inquietudes de la comunidad que nos sigue, pero también de nuestro universo de clientes en general. Es más, son capaces de detectar el sentimiento hacia nuestra marca o un determinado producto y, en consecuencia, nos abre la puerta a sacar unas primeras conclusiones sobre si vamos o no por el buen camino.

Y dando un paso más allá, estas herramientas nos permiten conocer también en qué punto estamos frente a la competencia: dónde están ello vs dónde nos situamos nosotros o la percepción y sentimiento que los consumidores tienen de unos y otros, qué valoran más o menos de todo el universo de competidores (incluidos nosotros), qué echan en falta, etc., entre otros datos de interés.

Las redes sociales de nicho son un buen caladero del que pescar este tipo de valoraciones, entre otros universos de lo digital donde las herramientas de escucha en social media extraen un diamante en bruto que tendremos que pulir para trabajar nuestra estrategia.

Merece la pena, y mucho, invertir en una herramienta potente de escucha para establecer un punto de partida, detectar qué funciona y qué no funciona y saber por qué para así cambiarlo y dar un giro a los contenidos que ofrecemos.

Al final, las redes sociales, cada canal tienen un porqué, un objetivo y un público determinado. Si realizamos un buen análisis de base estableceremos un punto de partida con sus aprendizajes, sus oportunidades y el espacio en el que debemos construir.

A partir de ese momento, trabajamos nuestra estrategia en redes sociales determinando algo tan aparentemente básico como en qué canales tenemos que estar o no (en base a la información de cuál es nuestra audiencia), qué formato proponer y qué verticales de contenidos son mandatory y cuáles son exclusivas de nuestra marca para satisfacer las necesidades de los consumidores.

Además, el social media listening nos va a permitir en todo momento monitorizar y saber si las decisiones que hemos adoptado son buenas o no, si el sentimiento mejora hacia un producto o marca, si tenemos la repercusión adecuada o si, por el contrario, es el momento de implementar cambios. Es así cómo en verdad deberíamos trabajar las estrategias buenas de redes sociales que, a la postre, deben ser vivas y abiertas al cambio según marquen los consumidores y el mercado.